Soy hija de la heteronormatividad

e incluso, como heterosexual hasta el momento, esto siempre me ha traído problemas.

Si nunca has oído este palabro tan extraño te doy unos apuntes.

La heteronormatividad es todo un sistema que tiñe todas las esferas de nuestra sociedad presentando la heterosexualidad como la única vía posible para el funcionamiento de la sociedad definiendo el cómo de las relaciones sexo-afectivas y de parentesco. Según este constructo o eres hombre o eres mujer, con las características que se le atribuyen a cada una de las polaridades. Y lo más rocambolesco de todo, como mujer necesitas al complemento hombre y como hombre a su opuesto. Como si solo fuéramos una sola cosa y dependiéramos del otro para sentirnos y vivirnos completas.

Lo que pasa es que no solo somos una cosa,  somos todas a la vez.  El ying y el yang nos habita independientemente del género con el que nos identificamos. Pero en función de lo permeables y abiertas que estemos, reconoceremos más o menos esos matices internos que enriquecen y que muchas veces se salen del marco de la heteronormatividad.

¿Qué significa ser mujer?

Esta es una pregunta que me ha acompañado muchos años.

Si ser mujer implica pasividad, sumisión y cuidado hacia el otro, pues no soy mujer. Y claro: – si no eres un poco más femenina no vas a encontrar hombre que te quiera. O – si eres tan directa vas a asustar a los hombres por que las prefieren dóciles y sentir que son ellos los que te han cazado-

La heteronormatividad nos supone seres incompletos, divididos que necesitan al otro para completar esa polaridad que no encarnamos y sus esfuerzos se centran en juntar esas polaridades para volver a ser uno.

Después de mucho reflexionar al respecto, desecontrarme infinitas veces con el otro y también de intentar ser quien no soy para encajar, -ojo que te lo dice una heterosexual dentro de un marco que en teoría la favorece-.  Descubrí que podía elegir ser una persona con un equilibrio personal y único entre lo considerado a nivel arquetípico fuerza masculina y fuerza femenina.

Entendí que podía ser directa, proyectada al exterior y racional al mismo tiempo que emotiva, intuitiva y reflexiva. Descubrí que no tenía que encajar en el constructo » mujer» y que podía empezar a construir el mi propio concepto de la mujer que soy, no la que se espera de mí. Que podía cultivar en mí eso que quiero que me dé el otro por que yo carezco de él. Que soy completa aún siendo solo una mujer. Y en esto me ayudaron mucho mis sueños.

Por ese motivo hoy me apetece hablarte de esos sueños en los que nos sorprendemos siendo seducidas o haciendo el amor con alguien que no se corresponde a nuestra orientación sexual reconocida y habitada.

Hacer el amor con alguien tanto en la vigilia como en los sueños tiene muchos matices, hoy te presento alguno de ellos.

Si seguimos la versión más freudiana de los sueños podemos hablar de un deseo ha sido reprimido y que en nuestros sueños nos permitimos el lujo de experimentar. Por lo tanto si le hago el amor a una mujer en mis sueños es que deseo hacerlo en vigília y no me lo permito por los motivos que sean. Podría ser una posibilidad a contemplar, aunque por suerte, hay vida más allá del trabajo freudiano y no todo sueño lésbico tiene que ver con una orientación sexual reprimida.

Para un momento y piensa en el sexo como un acto metafórico.

Cuando hacemos el amor, nos desnudamos, entramos en contacto con el otro, permitimos que el otro entre dentro de nosotras o entramos dentro del otro con la intención de gozar y la posibilidad de sembrar una semilla que va a ofrecer una nueva vida al mundo.

Siguiendo este hilo, hacer el amor con alguien independientemente de su sexo, edad o grado de cercanía puede estar indicando ( entre otras cosas) la necesidad, el deseo o la capacidad de desnudarnos ante el otro y entrar en contacto con aquello que nos refleja, profundizar en la relación si es alguien conocido o incluso, engendrar una nueva vida en nosotras si permitimos que aquello que representa el otro arraigue en nuestro vientre.

Te voy a poner un ejemplo.

Imagina que eres una persona tímida a la que le cuesta hablar en público y una noche te sueñas haciéndole el amor a una persona que defines como alguien muy extrovertida. Este sueño puede estar señalando la posibilidad de dejar entrar en tu vida esa extroversión o ver qué te pasa cuando te relacionas con ella.

¿ Qué pasaría si en la próxima fiesta te unieras a un grupo para charlar en vez de quedarte en un rincón observando la escena?

Estoy segura de que algo cambiaría.

Entonces, como mujeres cuando soñamos que le hacemos el amor a otras mujeres podemos empezar a valorar ( independientemente de nuestra orientación sexual) nuestra relación con el mundo de lo femenino. Lo mismo para los hombres ¿Cómo me defino yo misma dentro del constructo femenino? ¿ Cómo es esa mujer con la que tengo sexo? ¿ Hay algo de ella que admiro o que quisiera en mi vida? ¿ Es tiempo de dejar que entren en mi ciertas cualidades que veo reflejadas en ella y que pueden o no gustarme? ¿Qué semilla estoy sembrando en mi vida si me permito estar con la energía que representa mi compañera de sábanas?

Por otro lado, no siempre es oro todo lo que reluce, y tener sexo con alguien no siempre nos habla ni de deseos insatisfechos ni de voluntad de integración de su energía en nuestra vida. A veces pueden resultar toda una prueba del algodón.

A veces pasa que le hacemos el amor a una mujer que quizás definimos como agresiva e invasiva. Y eso puede ser una invitación a observar cómo están en mi esas dos fuerzas. ¿ A caso me estoy empezando a comportar en mi vida de un modo agresivo e invasivo? ¿ Cómo y dónde está mi asertividad y respeto por los límites ajenos y/o propios?

Los sueños eróticos también pueden ser una advertencia de que estamos integrando cualidades del otro que podemos señalar como nocivas y no reconocer en nosotras mismas en un principio.

Puede ser que sea tiempo para valorar la cara oscura pero también de darnos el permiso de valorar aquello que tachamos de negativo como una posible pista. Siguiendo el ejemplo anterior de la mujer invasiva, ¿ A caso es tiempo de dejar atrás ciertas pasividades o indefensiones aprendidas e ir un poco más a por lo que quiero? Fíjate que ahora una mujer está representando un rol típico masculino si entramos en la receta de lo que se supone ser hombre y mujer y me encanta que se suceda ya que pone sobre la mesa algo muy común pero a veces poco defendido.

Y es que hay hombres que tienen una fuerza mucho más femenina que masculina y mujeres que representan una fuerza más masculina que femenina, y está bien.

Está todo bien.

En mi cruzada personal de encontrar esa mujer que soy y no la que quieren que sea soñar con sexo ha sido de gran importancia. Me he visto haciendo el amor a mujeres que representaban aspectos con los que necesitaba reconciliarme y dar espacio, otros a soltar, al mismo tiempo que me he visto haciendo el amor a hombres que representaban los aspectos de la masculinidad que yo misma encarno con los que estaba peleada por no ser considerados como femeninos.

Al fin y al cabo el buen amor y el buen sexo son actos de reconciliación, gozo y unión de esas partes que proyectamos fuera y que ya están en nosotros. El sexo es la alquimia que nos aúna, que nos reconoce completos a pesar de nuestras polaridades. En el sexo nos fundimos con el otro y recordamos, si alguna vez lo olvidamos, que somos uno a pesar de que nos veamos como mitades representadas por polaridades.

Así que la próxima vez que le hagas el amor a una persona que no corresponde a tu orientación sexual, permítete investigar qué te pasa cuando entras en contacto con lo que ella o él representa en sí mismo y si lo puedes gozar, pues mejor que mejor.

Lo mismo para los sueños donde tu orientación sexual se ve representada en ellos.

Espero que lo hayas disfrutado mucho. Me encantará leer tus reflexiones y saber si te ha sido útil. Siempre puedes escribir en los comentarios o enviarme un correo a info@oniricamente.com

Y si quieres ahondar un poco más en tu relación con tu sueños y descubrir cómo éstos pueden ayudarte a definir quién eres, el 8 de julio empezamos un taller online de verano dedicado a ello.

Pide información en: info@oniricamente.com

Comparte y disfruta.

Laia M

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *