Hay de muchos tipos de dueño y no debemos caer en la tentación de categorizarlos ente más importantes o menos. Pueden ser personas que mueren, relaciones que se acaban, animales que ya no están, etapas que se cierran para dar paso a otras, cosas que anhelabamos y que no sucederán,  trabajos que se acaban y nos dejan con el culo al aire, hogares que se van al traste, etc etc. 

La esencia siempre es la misma.

Se trata de la pérdida de algo muy significativo en nuestra vida, algo que por mucho que algunos nos empeñemos, no puede ser reemplazado porque era único e irrepetible. 

A partir de ahora nada será lo mismo, ni peor ni mejor, será diferente.

De ahí que el duelo no se supera, se transita, se elabora para finalmente resignificarnos.

Doler va de dar un nuevo sentido a esa «yo» que soy sin » eso» que ya no es. Una nueva identidad se construye. En cada muerte hay un nuevo nacimiento. Este es uno de los tesoros escondidos que nos trae esta experiencia tan incómoda.

Y los sueños pueden ser un gran aliado a la hora de transitar este tipo de proceso ya que, cómo hablábamos en el segundo capítulo, en un sueño podemos encontrarnos con nuestros muertos o nuestras pérdidas y recibir la instrucción necesaria para seguir hacia delante con nuestro proceso evolutivo, comprendiendo, sanando, cerrando y abriendo..Gracias al tiempo del sueño podemos despedirnos de esas personas, espacios y entornos y empezar un nuevo camino con todo lo aprendido en el saco de nuestros saberes.

 

Hay quien dice que la única constante de esta vida es la pérdida. Yo soy un poco más optimista y entiendo que lo único permanente de esta vida es el cambio.

Lo que hoy está aquí con nosotras mañana no tiene por que estar por mucho que lo demos por sentado.

No hay control.

No hay seguridad.

Y eso puede horrorizar, cierto.

Pero aceptar esta verdad, nos ayuda a vivir de un modo más consciente.  

 Cuando están es tiempo de celebrar que están sabiendo que en cualquier momento van a dejar de estarlo. Y es justamente hacer visible este carácter impermanente de las cosas, las relaciones y la vida individual misma, lo que nos permite saborear y autentificar lo que realmente es AQUÍ y AHORA y actuar en consecuencia, reconociendo lo sagrado, único e irrepetible del momento. 

Caminar de la mano de la impermanencia consciente te ayuda a no distraerte, ni en dejar para más tarde lo que realmente importa y al mismo tiempo ser muy guardiana de dónde y cómo inviertes tu tiempo. 

Por lo tanto, un modo de mitigar ya de antemano los duelos que vendrán, porque vendrán, pasa en mi caso, por no dejar nada en el tintero del mañana. No quiero tener más “ Y Si hubiera dicho o hecho “, así que cuando me despido de mis seres queridos siempre me hago la misma pregunta:

¿ Está todo dicho? ¿Está todo hecho?¿ Si mañana te murieras o se muriera habría algo que te hubiera gustado decir o hacer con esa persona? 

En vida parece fácil, aunque creeme que a veces resulta más fácil decirle a un muerto cuanto lo queríamos que querer a un vivo. 


Un tip de Journaling para el trabajo de las notas del día de tu Diario de Sueños.

Y tú? ¿Tienes pendientes?¿ Estás cómoda con ellos? ¿Que te pesa más resolver el pendiente o tener un pendiente?

 

Toma papel y lápiz, un te calentito y un olor a incienso y contesta ✍️

Si supieras que mañana todo el mundo va a desaparecer y nunca más los volverás a ver ¿ A quién echarías de menos? ¿ Hay paz en esa ausencia? ¿ Hay algo que sientas que es necesario ser dicho o hecho con esas personas? ¿ Te animas a hacerlo? 🤯

 

Pero, ¿ y cuando los pendientes son con los que ya no están en esta vida?

Cuando hay «pendientes» los sueños son el gran aliado.

A veces se dan de un modo espontáneo dejando al soñador con una sensación espectacular de liberación. Pero a veces no se da así y podemos buscar la experiencia.

¿Cómo?

Te cuento 3 modos:

  1.  Ir a soñar pidiendo encontrarte con tus difuntos.Un plan de acción previo que defina con quién te quieres encontrar, el para qué y qué vas a decirle es un buen modo de provocar la experiencia.  Pero no siempre es así de fácil. Cierto, estamos hablando de un nivel de experiencia en lo onírico elevado.
  2.  Entrenarte en la lucidez. Es decir, en el arte de saber que estás dentro de un sueño y co-crearlo a voluntad.

    De hecho, la aparición de seres difuntos suele ser un detonante de la lucidez ya que verlos nos puede ayudar a darnos cuenta que ésto en la vigília no podría darse y por consiguiente que estamos dentro de un sueño.

    Cuando sabemos que estamos dentro de un sueño y podemos accionar con cierta voluntad propia, tenemos la oportunidad de llamar a ese ser querido y entablar un diálogo con él.

    Pero, ¿y si no llegan? Quizás hayamos de trabajar con la idea de que nuestros muertos ahora no están disponibles para nosotros, que no somos el centro de su universo o que es tiempo de trabajar de verdad la ausencia ( un zasca en toda regla) o pasar al tercer paso 👇(que a veces no te salva del zasca).

  3.  Correr los velos que separan tus mundos a través del estado de conciencia ( libre de substancias) de la mano de un buen viaje y guía con tambor.  Aunque no me creas, eres canal por el simple hecho de ser humana. Y tu imaginación activada es el medio en que puedes acceder a este tipo de experiencias.  Este aspecto concreto es el que desarrollamos específicamente en el Retiro Ritual Online, Sueños, Muerte y trascendencia ( pincha aqui)  que se dará el último fin de semana de octubre.

Sea por el tipo de sueño o ensoñación que sea, nuestros muertos pueden aparecer en diferentes formas.

Puede que los veamos sufriendo y necesitando que hagamos algo por ellos, quizás se trate del reflejo de nuestro propio sufrimiento y la capacidad que tenemos para responsabilizarnos de él y transmutarlo o de su personal estado evolutivo. 

Puede que los veamos súper bien, incluso más jóvenes y sanos de lo que los recordamos. Un posible apunte al buen lugar que hemos conseguido que ocupe su ausencia o el lugar de salud espiritual en que se encuentran.

Ninguna lectura excluyente, todas complementarias siempre y todas siempre con un mensaje evolutivo para el ser soñador.

Si me aceptas un consejo no pedido, regálate el permiso de tener este tipo de sueños y verás cómo la vida se expande. 

Darte el permiso, 

muchas veces esta es la clave.

Laia M

La paradoja: mirar la muerte nos llena de vida.

Explora esto y mucho más en el Retiro Online, Sueños, Muerte y Trascendencia. 27-29 Octubre

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *