Una de las preguntas más comunes cuando levanté por primera vez el curso Sueños, Muerte y Trascendencia dedicado a los #sueños con #difuntos y sus enseñanzas para nuestra vida, ronda precisamente la #ausencia de este tipo de sueños o como mínimo su escasez.
🌬¿Por qué no me visitan mis muertos en sueños?
Esta fue una pregunta que me ocupo mucho tiempo.
Siempre que alguien cercano estaba muriendo le he pedido que me visitara en sueños. Nunca lo ha cumplido hasta bastante más tarde de lo que yo misma quería…
Incluso Karim, mi querida madrina de camino espiritual, con la que estuvimos trabajando sus sueños en sus últimos días de vida y firmamos el pacto de que si realmente existía el otro lado de la vida, vendría a verme para contarme tardó como dos años en aparecer en mis sueños teniendo la sensación de que se trataba de una visita, no una proyección interna. ¡2 AÑOS esperándola!
Mucho tiempo para trabajar el duelo solita.
En mis conversaciones con el otro lado de la vida a través de los sueños y las ensoñaciones, he conseguido rescatar 3 respuestas a esta pregunta inicial.
🌬Que la persona «doliente» necesite transitar la ausencia y no caer en la trampa de cristalizar el duelo manteniendo una vida paralela en sueños con el difunto cómo si este no hubiera muerto jamás. Mirar la ausencia de frente, la nada, el vacío… aunque doloroso e incómodo, sobre todo para nuestro ego que necesita permanecer, es quanto menos necesario ..al menos una vez en la vida.
🌬Que nuestro ser querido difunto tenga otras cosas más importantes que hacer en pro de su sanación y evolución personal que venirnos a ver. Y es que amiga, no somos el centro del universo. Nuestros muertos nos guían y nos cuidan si está dentro de su plan evolutivo personal, si no, tienen sus propios pedos. No somos tan distintos muertos que vivos , al menos durante una parte del proceso..A medida que su «sanación» avanza, la distancia es mayor.
🌬 Que ya hayan conseguido avanzar tanto en su viaje evolutivo que estén en otra pantalla del juego. Un ejemplo personal lo puedes encontrar en la posdata del primer artículo de esta serie.
Si no lo leíste y quieres, clica aquí.
Pero no está todo perdido.
A la pregunta ¿ por qué no me vienen a visitar mis muertos? Te respondo… ¿ y por qué no vas tú?
Aquí también podemos dejar el victimismo para ser proactivas.
Sí, pudes ir a su encuentro.
Pero como todo el mundo, ellos tienen el permiso de estar o no disponibles .
Del mismo modo que no exigimos a nuestra vecina que esté siempre dispuesta a abrirnos la puerta lo mismo pasa con ellos.
Así lo vivo yo.
Puedes escribirles,
cantarles,
rezarles,
contarles,
hablarles y ya recibirán su mensaje.
Pero también puedes trabajar en pro de ir a su encuentro a través de técnicas neochamánicas y establecer un diálogo bidireccional. Para ello el tambor y el estado meditativo son grandes aliados.
Atenta a las siguientes preguntas:
Si esta noche tuvieras la oportunidad de preguntar o decirle algo a uno de tus ancestros o seres queridos difuntos qué sería? ¿ Para qué quieres saber/comunicar eso? ¿Cómo crees que puede impactar tu vida tener este tipo de respuestas? ¿Estás dispuesta a ir a por ello?